Las obras de construcción del túnel bajo la ría, que unirá ambas márgenes de la ría y supondrá una alternativa al puente de Rontegi, incorporarán medidas correctoras para mitigar las molestias que se puedan producir en el entorno de la rotonda de Artaza durante los 48 meses que se prolongarán, sobre todo las derivadas del ruido, las vibraciones y el polvo. Consciente del gran impacto que estos trabajos tendrán, por su envergadura, en esta zona de Getxo, el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Carlos Alzaga, ha pedido hoy "paciencia" a los vecinos y ha reiterado que se trata de una infraestructura "fundamental" para el territorio.

Este subufluvial está llamado a descongestionar el tráfico del área metropolitana y permitir una alternativa al puente de Rontegicreando una gran variante al enlazar con la Supersur a partir de 2028, cuando entre en funcionamiento tras cuatro años de unas obras que, en principio, está previsto que comiencen este verano. Para reducir el plazo, el túnel principal se atacará desde sus cuatro puntos de emboquille, uno por cada tubo: dos en el lado de Ballonti y dos desde Artaza. En esta última se ejecutará un pozo de ataque excavado entre pantallas, que servirá para iniciar la horadación en mina tanto de los dos tubos del túnel principal como del ramal de conexión que saldrá del mismo hacia La Avanzada. El vial para acceder llegando desde La Avanzada se acometerá desde el propio ramal, que se excavará entre pantallas previamente. 

En Ezkerraldea las obras no tendrán afección a viviendas, ya que se ejecutarán en una zona alejada del núcleo urbano; sin embargo, en Artaza son decenas los edificios que se elevan alrededor. Ha sido el apoderado de Elkarrekin Bizkaia, Ricardo Vaquero, el que ha llevado al pleno de control de las Juntas Generales la preocupación de algunos de estos vecinos de Getxo y Leioa. "Las personas afectadas se quejan, entre otras cosas, de que el megaproyecto no resuelve los problemas de tráfico, supone un despilfarro de dinero y era un desastre medioambiental", ha señalado el representante de la coalición morado. Al menos once comunidades de Getxo y cuatro de Leioa han manifestado su "disconformidad" con el proyecto, "pero la lista sigue creciendo".

El diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial ha subrayado que se trata de una infraestructura "fundamental" para el área metropolitana de Bilbao, ya que permitirá reducir la congestión actual de las carreteras de esta zona, mallará la red ofreciendo a los conductores una alternativa al puente de Rontegi, único punto de cruce hoy en día, y reducirá los sobrerrecorridos que ahora tienen que realizar los vehículos para llegar de una margen a la otra. "La distancia de Portugalete a Getxo a través de Rontegi es de 13 kilómetros, mientras que con el subfluvial esa distancia se quedará en cuatro", ha detallado Alzaga, lo que permitirá "ahorrar en tiempo de viaje y también en consumo de carburante, lo que reducirá las emisiones de efecto invernadero".

Estas son las cifras que ha aportado el responsable foral: el túnel bajo la ría, por el que circularán 50.000 vehículos al día, evitará la emisión de 6.000 toneladas de CO2, evitará 2,5 millones de horas de conducción y ahorrará dos millones de litros de combustible. Todo ello al año.

"La obra del subfluvial de Lamiako contribuirá positivamente a resolver los problemas de tráfico actuales en el área metropolitana y supondrá un beneficio social, económico y medioambiental para la ciudadanía, mejorando su calidad de vida", ha resumido.

Aislamiento de fachadas

Además, y centrándose ya en el caso concreto de Artaza, ha recordado que el enlace se soterrará "totalmente" en esta zona, precisamente para evitar molestias a los vecinos, "de forma que su puesta en marcha no producirá afecciones al entorno". Es más, en algunas áreas se mejorarán incluso los niveles acústicos respecto a la situación actual, al reducirse el volumen de tráfico. Aún así, se han establecido medidas correctoras para reducir todavía más el ruido que genera el tráfico, instalando pantallas y mejorando el aislamiento acústicos de las fachadas de algunos edificios.

Un cuidado que también se mantendrá mientras se ejecuten las obras. Así, se han analizado ya las actividades que pueden hacer que se superen los niveles acústicos aceptables, sobre todo por parte de la maquinaria, y se han establecido las medidas a poner en marcha para mitigarlos, como la instalación de pantallas acústicas en el perímetro de la obra o la sustitución de las ventanas de los centros escolares más cercanos al tajo. También se ha verificado que los trabajos no generen vibraciones molestas ni un polvo excesivo, y se van a certificar el estado de las viviendas más cercanas antes de que comiencenc, para que los vecinos puedan reclamar los daños que pudieran provocar las obras en su caso.

El departamento, ha dicho también, ha aceptado "muchas de las alegaciones" presentadas por los vecinos en este sentido y se establecerá un servicio continuo de atención a la ciudadanía in situ para atender cualquier afección que pueda surgir. Además, el parque de Artaza recuperará su estado original una vez concluya la obra y se garantizará la movilidad peatonal en el entorno.

Eso sí, Alzaga ha reconocido que unas obras siempre son molestas y ha pedido "paciencia" a los vecinos del entorno.