Las eliminatorias por el título de la Liga Femenina comienzan mañana y el Lointek Gernika las verá desde la barrera por primera vez. Las jugadoras ya están de vacaciones después de una temporada que ha ido a menos y en el que el último objetivo, el de acabar de nuevo entre los ocho mejores, no se cumplió. Solo tres victorias en los últimos doce partidos, justo después de encadenar la mejor racha del curso, cuatro triunfos seguidos en las jornadas 15 y 18, dejaron a las gernikarras fuera de la pelea y con un sabor amargo. El curso ha tenido picos muy altos y de un juego atractivo como los triunfos logrados en Maloste ante el Avenida, el Valencia o el Zaragoza o el logrado en la Eurocup en la cancha del Montpellier con otros tramos de debilidad, manifestados en las cuatro derrotas en los derbis, las dos ante el Barça o alguna ante rivales directos que, al final, costaron el puesto en el play-off, del que solo separó al equipo de Lucas Fernández un triunfo más.

La temporada empezó torcida por razones extradeportivas y acabó igual en lo deportivo porque el Lointek Gernika acusó el desgaste de un calendario extenuante y de los muchos cambios que ha tenido que hacer en su plantilla. El bloque inicial nunca coincidió en la cancha porque Maya Dodson no se incorporó al equipo hasta enero por una lesión. Su puesto lo ocupó Crystal Bradford, que con su estilo caótico ofreció una versatilidad que el equipo agradeció en sus mejores semanas de la campaña. Angie Bjorklund, la especialista en el tiro, abandonó Gernika tras dos partidos para fichar por el Barça. Grace Berger, de la que esperaba mucho tras llegar de la WNBA, se rompió un dedo y solo pudo jugar ocho partidos. Y, por último, Gaby Nikitinaite también salió del equipo tras veinte partidos para irse a Bélgica. Además, también Marta Alberdi se perdió nueve partidos por lesión, lo que ha llevado al técnico a contar con la rotación completa solo en unos pocos partidos.

Desde que comenzó el año, el Lointek Gernika ha tenido que reinventarse continuamente y las jugadoras que han podido estar disponibles desde el comienzo (Ariztimuño, Flores, Buch, Madera, Millapie y Da Silva) han acabado fundidas por la carga de minutos, que en el caso de las extranjeras ha sido mayor aún por los compromisos internacionales en las ventanas. Probablemente, eso explica la caída en los porcentajes en el tiro exterior que han acusado las granates. En los últimos ocho partidos, incluido el de Copa, han tirado con un 25,5% de acierto en los triples cuando su media de la temporada ha sido del 33%. Cuando el Lointek Gernika ha podido correr, ha encontrado el ritmo y la fluidez en ataque hasta promediar casi 68 puntos por partido, aunque ha sufrido ante defensas cerradas. Ha sido el segundo peor equipo en tiros libres, con un escaso 69,9%, pero pese a acabar con más derrotas que victorias, su balance anotador ha sido positivo.

A nivel inidivual, Rosó Buch ha sido la jugadora más regular, con el mejor baloncesto de su carrera durante muchas semanas, aunque la máxima anotadora ha sido Stephanie Watts, con 11,7 puntos por partido, aunque ha alternado partidos brillantes y oscuros. Curiosamente, Nikitinaite, pese a jugar solo veinte partidos, ha acabado el curso como la mejor tiradora de triples de la Liga Femenina con un excelente 44,4 %. Su baja, pese a que no tenía un rol principal, se ha dejado notar porque el banquillo perdió puntos y una amenaza clara.

Los apuntes

Liga Femenina. Décimo clasificado, con 14 victorias y 16 derrotas. En Maloste han caído los grandes, pero también las gernikarras han sumado seis derrotas, que al final tuvieron mucha trascendencia.

Copa. Eliminado en cuartos de final por el Avenida tras un partido en el que el conjunto granate llegó al final con opciones. 

Eurocup. Eliminado en octavos de final por el London Lions, el equipo que se proclamó campeón del torneo.