Sigue el baile de cifras en torno a la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell. Tras el cierre del periodo de aceptación y a la espera de conocer el resultado, todas las miradas están puestas en los accionistas y en las quinielas sobre quién habrá respaldado la oferta de compra de Carlos Torres y quién no. Los expertos se inclinan por la opción intermedia: que la aceptación se quede en un umbral entre el 30% y el 50%, sobre todo, después de que la entidad catalana diera este martes un dato que complica las aspiraciones del banco vasco de conseguir más de la mitad de los apoyos.

Según una información que remitió el Sabadell a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), solo el 2,8% de sus clientes con acciones han respaldado la opa. Estos representan el 30,8% del capital total, por lo que la ecuación queda de la siguiente manera: un 29,7% habría dicho que no a la oferta, al que habría que sumar el 4,95% propiedad de Zurich, aliada de la entidad catalana en el negocio de seguros y que ha hecho público su rechazo a la opa. Por lo tanto, como mínimo, el 34,65% del capital social del banco apoya al Sabadell en esta guerra abierta que dura ya 17 meses. Queda el restante 65,35%. Veamos quiénes están detrás.

En torno a un 10% del capital está en manos de inversores minoritarios que tienen depositados sus títulos en otras entidades, un 20% es propiedad de fondos de inversión pasivos (que lo que suelen hacer es acudir a las opas con un porcentaje de su participación similar al de la aceptación que prevén que obtenga la oferta) y el 35% que queda son fondos de gestión activa. Entre estos últimos se encuentra el 3,86% del mexicano David Martínez Guzmán, tercer mayor accionista del Sabadell y el primero individual, que ha anunciado su aceptación de la oferta.

Ante este escenario, BBVA necesita el apoyo de todos los fondos activos y de gran parte de los minoritarios que quedan para llegar al umbral de aceptación del 50%, es decir, que la opa triunfe tal y como está planteada en estos momentos.

La entidad que preside Torres aseguraba hace una semana que “todos o prácticamente todos” los fondos activos iban a aceptar la oferta –los institucionales tienen alrededor del 30%– y que los pasivos que replican índices irían con el “50% o más” de su participación. En suma, esto supone cerca del 45% –sin contar con los pequeños accionistas que, según su relato, estaban aceptando el canje en los últimos días–, al que habría que añadir el 1,1% de los clientes del Sabadell que al parecer han aceptado la oferta. Un ejemplo de lo poco que ha trascendido hasta ahora sobre este paquete de acciones: BlackRock, accionista institucional, desveló que acudirían a la opa sus fondos activos, dueños de apenas un 0,5% del banco, sin despejar la decisión sobre el grueso de su participación, que alcanza el 7,37% y que se encuentra integrada en los fondos pasivos.

Segunda Opa

Una vez que la CNMV dio a conocer la información recibida por la entidad catalana, BBVA se limitó a decir que no necesita llegar al 50% de respaldo, que le basta con el 49,73% al descontar las acciones que están en manos de la propia entidad catalana. Si la entidad vasca no consigue un 50% de aceptación, una de las posibilidades es que se quede en un umbral intermedio entre el 30% y el 50%. En este escenario, BBVA podría lanzar una nueva oferta íntegramente en efectivo a los accionistas que no acudieron a la opa y alargar la operación entre cuatro y seis meses más, con lo que nos plantaríamos en 2026. La CNMV dará a conocer el resultado el próximo viernes y también los criterios que deben emplearse para fijar el precio mínimo de esa segunda oferta.

Banco Sabadell asegura que, con el anuncio de este martes, busca “promover la transparencia y evitar especulaciones en el mercado”, pero lo cierto es que puede provocar que su acción suba, encarezca la posible segunda opa y llevar al BBVA a tirar la toalla. Y es que, según ha advertido Torres en más de una ocasión, esta segunda oferta tendría que tener el mismo precio que el ofrecido en la primera. Así que el movimiento de la entidad catalana parece más bien un intento de presionar al mercado a su favor. Porque si el precio es superior, BBVA se retiraría del proceso, según las declaraciones de sus responsables.

Lo cierto es que los datos que ha dado a conocer este martes la entidad catalana constatan la oposición a esta operación de compra por parte de los clientes de la entidad y sus empleados, muchos de ellos también accionistas. De hecho, la Asociación de Accionistas Minoritarios de Banco Sabadell celebró poco después el “rechazo abrumador” a la opa entre los pequeños accionistas e instó al BBVA a retirarse si rebasa el 30% de aceptación pero no llega a alcanzar el 50%. “En el caso que el BBVA obtuviera entre el 30% y el 50% de apoyo, desde la asociación consideramos que lo más sensato sería retirarse y no insistir con una segunda opa”, aseguró la entidad en un comunicado.

“Si no llega al 50%, lo más sensato sería retirarse y no insistir con una segunda opa”

“Prolongar el proceso solo serviría para seguir tensando innecesariamente el mercado financiero español y mantener la incertidumbre que actualmente sufren inversores, clientes y empleados de ambas entidades”, advirtieron. A juicio de esta asociación liderada por Jordi Casas, la cifra de aceptación entre los clientes con acciones del Sabadell –apenas el 2,8%– “evidencia que los accionistas minoritarios confían plenamente en el proyecto independiente de Banco Sabadell y no comparten una operación que destruye valor y pone en riesgo la relación histórica entre el banco y sus clientes”. “El nivel de satisfacción con Banco Sabadell es muy alto”, sentenció.

El mercado duda de que el banco de Torres haya podido conseguir el 50% de las acciones, lo que aumenta las expectativas de una segunda opa.