El parque de mountain bikes de Ollargan, en Montefuerte, abrió sus puertas a principios de este año con la mirada puesta en convertirse en un referente para esta disciplina deportiva en Euskadi. Sus cuatro zonas iniciales se completarán en 2026 con otros dos nuevas pistas, una de descenso y otra de ciclocross, sumando algo más de cuatro kilómetros más de recorridos.

Los aficionados al ciclismo de montaña han encontrado en el Bike Park Ollargan, junto a los túneles de Malmasín, el lugar idóneo para practicar su deporte favorito. Saltos, descensos vertiginosos, curvas cerradas, senderos entre árboles o baches son algunos de los atractivos de este circuito, de más de cuatro kilómetros, que por sus características técnicas permite acoger una carrera oficial de carácter internacional. El circuito XC cuenta con tres sectores diferenciados –flow zone, natural zone y drops zone–, un desnivel acumulado de 165 metros y que permite al ciclista completarlo en su totalidad o centrarse solo en uno de ellos. Hay otra zona acondicionada para practicar dirt o BMX, en su modalidad de saltos, que consiste en aprovechar las inercias generadas por unos montículos de tierra para realizar saltos y acrobacias aéreas.

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El primer Bike Park de Euskadi está en Arrigorriaga Susana Martín

El parque, para cuyo diseño se contó con el asesoramiento del club Miribilla Cycling y la Federación Vizcaina de Ciclismo, quiere ahora dar un paso más para completar su oferta deportiva. Y lo va a hacer habilitando dos nuevos circuitos: uno de descenso, que discurrirá por el monte Malmasín sobre los túneles, y otro de ciclocross, en el que también poder iniciarse en el BTT.

Expertos y principiantes

El circuito de descenso, o flow line, está especialmente diseñado para ofrecer una experiencia de bajada fluida, segura y divertida tanto a ciclistas experimentados como a aquellos que se están iniciando en el mundo del mountain bike. A diferencia de un trazado de descenso técnico, donde predominan los obstáculos naturales, raíces, piedras o tramos agresivos, las flow lines apuestan por un diseño limpio, con curvas peraltadas y saltos de diferentes tamaños generalmente fáciles. Estas pistas han crecido exponencialmente en los últimos años, tanto en centros de montaña como en entornos urbanos y periurbanos, con referencias como La Molina (Girona), Whistler (Canadá), Les Gets (Francia) o Leogang (Austria).

La pista nacerá de las faldas del monte Malmasín, recorriendo una de sus laderas hasta conectar con el parque de Ollargan. Superando los 1,2 kilómetros de longitud y con acceso en vehículo hasta el barrio Brisketa, este sendero para bicicletas permitirá ampliar el perfil de visitantes del parque y se une a la tendencia internacional del ciclismo de montaña. A lo largo del recorrido se colocarán paneles que advertirán sobre los diferentes obstáculos a los que se aproximan los deportistas.

Carreras oficiales

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Además, el bike park habilitará un circuito de ciclocross, que permitirá celebrar carreras federadas en temporada oficial. Se trata de una modalidad que combina el ciclismo en terreno mixto con tramos técnicos y obstáculos que a menudo obligan a los ciclistas a bajarse de la bicicleta y cargar con ella. Vinculado tradicionalmente a la temporada otoño-invierno, esta modalidad ciclista ha ganado cada vez más protagonismo como disciplina de entrenamiento y competición.

Tendrá entre 2,5 y 3,5 kilómetros, con taludes, escaleras, pasos estrechos, tablones bajos o pequeños desniveles para mejorar la técnica de superación a pie. Estará destinado tanto a clubes y deportistas de ciclocross y escuelas de ciclismo, que pueden introducir a los jóvenes en la mountain bike, como para usuarios ocasionales y familias que dispondrán de un recorrido sin apenas desnivel, divertido y seguro para iniciar en la bicicleta de montaña sin exigencias técnicas. Las obras, que tendrán un presupuesto de 226.563 euros, se prolongarán durante cinco meses.