Como era de esperar, las conclusiones del informe médico forense sobre el estado de salud de M.I.R.M., la sanitaria acusada de no haber vacunado correctamente a más de cuatrocientos menores de edad en el centro de salud de Kabiezes, en Santurtzi, hicieron tambalear los escritos finales de las partes en el procedimiento que se sigue contra ella en la Audiencia de Bizkaia. De hecho, el resultado final nada tiene que ver con el expediente abierto en la fase de instrucción.

Y es que, únicamente las familias han decidido mantener su petición de cárcel para la sanitaria; el resto de las acusaciones comparecientes han optado por aceptar la eximente completa derivada de ese “trastorno delirante” al que se hace referencia en el estudio y solicitar tratamiento psiquiátrico pautado y supervisado al menos durante dos años. Pero sin entrada en prisión. También se insta al tribunal a que contemple en su sentencia la inhabilitación de M.I.R.M. para todo empleo público y desempeño en el ámbito sanitario.

Estos son, de hecho, los únicos aspectos compartidos desde la bancada que a lo largo de cinco días ha tratado de esclarecer lo ocurrido en ese ambulatorio de Santurtzi durante el periodo en que esta sanitaria estuvo destinada en el Servicio de Pediatría: febrero de 2021 y septiembre de 2022. Fiscalía, Osakidetza y Colegio Oficial de Enfermería han entendido que las consideraciones de las dos evaluaciones médicas a la investigada tienen la validez suficiente como para que M.I.R.M. no cumpla condena en un centro penitenciario.

Ambigüedad

No es esa la opinión de las 42 familias demandantes que entienden que las conclusiones del equipo del Instituto Vasco de Medicina Legal (IVML) no expresan certezas y dejan la puerta abierta a la ambigüedad al referir expresiones del tipo “se puede estimar…” o “espectro de posibilidades…”. Con todo, la acusación particular ha rebajado a 7 años y 6 meses su solicitud tras haber eliminado el delito de malversación de fondos públicos de su escrito inicial en el que se apuntaba a una pena total de entre 12 y 17 años.

El último de esos análisis forenses desveló que la encausada ya acudía a consulta en la Unidad de Psiquiatría en junio de 2021, una circunstancia que “ha hecho mucho daño a las familias”, ha relatado su abogado, Aitzol Asla, quien durante la presentación de sus conclusiones finales hizo hincapié en el proceder de la sanitaria. A su juicio, alejado de esa incapacidad ocasionada por el “trastorno delirante” apuntado en el informe forense.

Así, ha hablado de “premeditación”, “conducta planificada y consciente”, “mecánica delictiva” y “engaño sofisticado” por parte de M.I.R.M. a sus superiores y compañeros, y por supuesto a las madres y padres que acudían con plena confianza a su consulta. “Actuó motivada por sus convicciones exacerbadas por la pandemia”, ha resumido.

Confesiones

Es más, ha revelado que en el transcurso de las pruebas a las que fue sometida, la encausada habría manifestado que “el juego de la inconsciencia de los padres con las vacunas les corta a los niños la libertad” y un lacónico pero expresivo “hice lo que tenía que hacer”. La interpretación del letrado es que la acusada “mantuvo una fachada de profesionalidad. Una mente anulada no puede mantener un engaño tan sofisticado durante tanto tiempo. Alteración sí, anulación no”, ha zanjado Asla.

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Por todo, en su alegato ha defendido que las “creencias” y “convicciones antivacunas” de la sanitaria no la eximen de “responsabilidad” por poner “en peligro la vida de los menores”. Por su parte, el abogado de M.I.R.M. se ha mostrado duro en su discurso y ha acusado al letrado de las familias de haber mediatizado el caso con el propósito de “tener una enfermera antivacunas en Euskadi”.

Incluso se ha atrevido a emplear la palabra “hostigamiento” en su descripción del proceso en el que, a su entender, “se ha ocasionado un perjuicio innecesario y angustia” a su defendida. Por todo ello, y como ya adelantó el jueves Luis María Pardo tras conocer el informe forense, ha insistido en pedir la absolución de su patrocinada. El juicio queda, de este modo, visto para sentencia.