Impulsar un “nuevo renacimiento del euskera”. Ese es el objetivo que se ha marcado Euskalgintzaren Kontseilua a la vista de la, a su juicio, “actual situación de ralentización del proceso de revitalización y de emergencia lingüística que vive la comunidad vascohablante”. Para dar respuesta a ello, la plataforma en favor de la normalización del euskera ha presentado su Propuesta para un nuevo Pacto Sociopolítico en el ámbito de las políticas lingüísticas. Se trata de un documento elaborado bajo el paraguas de Batuz Aldatu, iniciativa respaldada por un centenar de agentes sociales de Euskal Herria, en el que se distribuyen las responsabilidades en el proceso de revitalización del euskera en cinco ámbitos. Y en la primera capa de este reparto se sitúa a las instituciones y a los agentes políticos, a quienes se reclama la implementación de “políticas públicas valientes y ambiciosas” que fortalezcan la salud de la lengua vasca.

La propuesta de pacto sociopolítico ha sido presentada este viernes en el donostiarra parque tecnológico de Miramón, con motivo de la II Asamblea de Firmantes de Batuz Aldatu. Allí se han dado cita representantes de las 113 entidades del ámbito político, social, cultural, deportivo, económico y sindical de Euskal Herria que apoyan esta iniciativa. 

En el acto, la secretaria general de Euskalgintzaren Kontseilua, Idurre Eskisabel, señalaba que “el nuevo acuerdo sociopolítico propone las claves de la política lingüística para garantizar el futuro al euskera”. Sus bases, manifestaba, son “generalizar el conocimiento, es decir, establecer un horizonte en el que toda la ciudadanía conozca el euskera, y configurar las condiciones para su uso normal. Un cambio de paradigma que, entre otras cosas, aborde también con firmeza la cuestión del estatus”.

El documento es una reformulación del que Kontseilua presentó en 2021 bajo el título Batuz Aldatu: Consenso social para incidir en las políticas lingüísticas, que se tradujo en diversas dinámicas en favor de la euskaldunización del sistema educativo, la administración, el mundo laboral y el sector audiovisual. Partiendo de aquel escrito, un grupo motor formado por once agentes ha estado inmerso durante un año en un proceso de diálogo para desarrollar la propuesta de transformar el consenso social en un pacto sociopolítico. En este grupo han participado, además de Euskalgintzaren Kontseilua, entidades como AEK, Agirre Lehendakaria Center, Fundación Athletic Club, Asociación de Personas Consumidores y Usuarias Vasca (EKAACUV), Taupa Mugimendua, Eusko Ikaskuntza, Gazte Euskaltzaleen Sarea, Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa, Corporación Mondragon y el Ateneo Navarro.

Cuatro ejes principales

La propuesta del grupo motor ha estado guiada, según Kontseilua, por la voluntad de “lograr en el futuro una sociedad vasca mejor, en la que toda la ciudadanía conozca el euskera y disponga de condiciones para usarlo con total normalidad”. Para ello, “el nuevo paradigma de política lingüística subraya cuatro ejes principales: universalización del conocimiento del euskera, garantía de condiciones para su uso normal, consecución de un estatus oficial igualitario y empoderamiento colectivo de la comunidad euskaldun”.

La responsabilidad de avanzar en estos cuatro grandes retos se divide en cinco ámbitos de la sociedad, pero con una carga mayor en el de las instituciones y agentes políticos. Batuz Aldatu les insta a adoptar “políticas públicas valientes y ambiciosas que conduzcan a la universalización del conocimiento, poniendo el foco en la educación, la euskaldunización y alfabetización de personas adultas, las políticas culturales y las políticas de acogida”. Y reclaman que dichas líneas de actuación “creen, desarrollen y extiendan espacios que garanticen el uso del euskera”, al tiempo que se establecen vías para “alimentar a una comunidad hablante empoderada”.

Estatus de oficialidad

También se hace una mención especial a la cuestión del estatus, ya que, tal y como se recoge en el acuerdo, “alcanzar el estatus de oficialidad del euskera en todo Euskal Herria es un paso imprescindible para que las políticas públicas que garanticen su futuro puedan hacerse de manera sistemática y permanente”.

En el ámbito económico, se pide a las empresas desarrollar planes de euskera, y a los sindicatos “reconocer los derechos lingüísticos como parte de los derechos laborales e incorporarlos a los convenios colectivos”.

A los agentes sociales les emplaza a convertir el euskera “en eje de justicia y cohesión social” y reclama “un papel de vanguardia” para el movimiento a favor de la lengua vasca.

Dentro del ámbito académico y cultural, se invita a las universidades a asegurar la oferta de estudios superiores en lengua vasca y a construir itinerarios que permitan la investigación en este idioma, y a los agentes culturales a “situar en el centro” la creación cultural en euskera, “aunque sea ir a contracorriente”.

"La neutralidad no vale"

Por último, en lo que respecta a la ciudadanía, la propuesta considera que “el compromiso activo” de la población vasca “es la principal garantía del futuro del euskera”. Y es que más allá de la preocupante ralentización de su avance, constatan un “riesgo de retroceso” incluso en territorios como Gipuzkoa, y un descenso del porcentaje de hablantes relativos. Para revertir la tendencia, “la neutralidad no vale”. La inacción tampoco. “Es responsabilidad de todos”, concluye.

El 27 de diciembre, acto en Bilbao

Kontseilua recuerda que el próximo 27 de diciembre organizará un acto especial que llenará de miles de euskaltzales el Bilbao Arena. “Será un momento simbólico y de gran importancia para reforzar el sentimiento comunitario euskaltzale y dar un respiro colectivo, que represente la necesidad de un nuevo renacimiento”, señala.