Ucrania afronta una semana clave en las negociaciones con EE.UU. para firmar el llamado acuerdo de los minerales, con el que el presidente Donald Trump quiere recuperar, con los beneficios que genere la explotación de los recursos naturales ucranianos, el dinero gastado por Washington en ayudar a Ucrania a resistir la invasión rusa. Mientras tanto, Moscú aseguró ayer que no habrá alto el fuego hasta que se responda a las inquietudes rusas, al tiempo que abogó por celebrar una nueva ronda de consultas con EE.U.
“El presidente Putin apoya efectivamente la idea sobre la necesidad de un alto el fuego. Pero antes habrá que responder a una serie de preguntas”, dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa diaria. Peskov añadió: “Esas preguntas están en el aire. Por el momento, nadie las ha respondido”.
Al respecto, mencionó los planes de militarización de Kiev y a la existencia, según el Kremlin, de ciertos destacamentos ultraderechistas “que no escuchan a Kiev”. “Eso son problemas que siguen en la agenda del día”, dijo.
Por el momento, Rusia ha rechazado un cese el fuego por tierra, mar y aire, y únicamente declaró el 18 de marzo una tregua de 30 días a los ataques contra la infraestructura energética, a la que se sumó una semana más tarde Kiev.
En cuanto a la continuación de las reuniones con EE.UU., aseguró que deben continuar, ya que existe un “entendimiento” al respecto.
Acuerdo de minerales
Mientras tanto, una delegación gubernamental ucraniana viaja esta semana a EE.UU. para dar un nuevo impulso a las conversaciones con las que Kiev espera modificar aquellas condiciones de la última propuesta de Washington que considera inaceptables. Ucrania recibió el pasado 28 de marzo un nuevo documento estadounidense que fue filtrado a varios medios. El texto desarrolla el acuerdo marco consensuado por ambas partes y que debía haberse firmado el 28 de febrero durante la visita fallida del presidente Volodímir Zelenski a la Casa Blanca. El nuevo documento presentado por Washington a Kiev -que, según explicó Zelenski, contratará a una empresa privada especializada que apoye al Gobierno en las negociaciones- obligaría a Ucrania a dar prioridad a compañías estadounidenses en las licitaciones públicas sobre recursos naturales.
Según el borrador, Ucrania también estaría obligada a reconocer como una deuda el monto gastado por EE.UU. en ayuda militar y financiera a Kiev desde el comienzo de la guerra.
Verónika Movchán, directora de investigación del Instituto de Investigaciones Económicas y Consultoría Política de Kiev, dijo a Efe que, a diferencia del que consensuaron ambas partes y debió firmar Zelenski en Washington, el borrador presentado por EE.UU. el 28 de marzo no es un acuerdo marco. Además, el texto incluye muchos más detalles de la colaboración en materia económica y de recursos naturales que propone Trump.
“Es aún una primera propuesta y, como hemos visto en otros casos con la actual administración de EE.UU., es una versión maximalista”, explicó Movchán, al aludir a la posibilidad de que las condiciones más onerosas para Ucrania puedan renegociarse.
Ella destacó que, además de las garantías de seguridad a cambio del acceso a sus minerales que Ucrania ha pedido, para Kiev es fundamental recibir inversiones y tecnología estadounidenses para la reconstrucción, recuperarse económicamente y explotar los minerales y demás recursos naturales que aún no extrae.
Otro de los puntos de fricción en los que EE.UU. deberá ceder si quiere cerrar el acuerdo es la cuestión de la deuda