La portugaluja de Repelega, Silvia Vidal, logró poner los pelos de punta a los asistentes al concurso de irrintzis celebrado este sábado 4 de mayo en las campas de Santa Lucía en el marco de la popular romería de Sanfuentes en honor a la ermita dedicada a esta virgen que desapareció hace décadas. Su tono enérgico a la vez que sostenido y un brillante remate brazo en alto la llevaron a lograr el primer premio del envite vocal en el que tomaron parte siete adultos y una docena de niños y niñas entre los que destacó el pequeño Luka Farnier. Este alumno de Askartza Isusi en Las Carreras ya sabe lo que es ganar un premio con esta expresión vocal fuerte y aguda al contrario de Silvia Vidal que se presentó por primera vez y dejó bien alto el pabellón de su familia política originaria de este barrio.

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Éxito de público en la romería de Santa Lucía en Abanto-Zierbena Emilio Zunzunegui

No fue este el único concurso que atrajo la atención de los cientos de romeros y romeras que no se arredraron ante un comienzo de día llorón y ventoso que presagiaba una considerable merma de asistentes. No en vano, la romería de Santa Lucía es conocida por el reto de preparar espectaculares pintxos en los que el huevo es el ingrediente primordial al que pueden sumarse un mínimo de cuatro condimentos. En esta edición la delicatessen presentada por Leire Mendibe, de Sanfuentes -expuesta en un vaso sobre una base de lechuga y espárragos- se llevó el primer premio de esta competición gastronómica consistente en un jamón ibérico de 9 kilos de peso.

Dos concursos que forman parte de esta romería recuperada hace años por el Ayuntamiento de Abanto-Zierbena con la colaboración, entre otros, de la comisión de fiestas Sanjaiba y que pone la nota competitiva a una jornada marcada por el ambiente familiar aparejada a viejos rituales.  

Sam y Fuentes

Uno de ellos es la tradicional subida romera desde la iglesia de Santa Lucía que preside la plaza Pilar Abín donde los participantes, a las sones de txistu y tamboril, encaminan sus pasos hacia el carrejo de bolos a katxete donde se llevó a cabo un variado alarde de danzas vascas a cabo de los integrantes más jóvenes del grupo Meatzaldeko Harrigorria. Una procesión popular que como mandan los cánones estuvo acompañada por varios burros llegados de la zona de Triano. Este año, la sorpresa, para deleite especialmente de los más pequeños, fue la presencia de sendos burritos de apenas un mes de vida que acompañaron dócilmente a sus madres y que no rehuían las caricias que les prodigaron niños, jóvenes y adultos. Sam, el macho, y Fuentes, la hembra, fueron sin duda el objetivo fotográfico más buscado en la romería. 

Otra de las citas clave de esta romería es la tradicional comida popular para la que el Consistorio minero prestó cerca de 600 sillas para aquellos que decidieron comer en las campas. Más precavidos, ante la posibilidad de lluvia, fueron los veteranos de la zona que optaron por la seguridad del renovado hogar de jubilados de Sanfuentes.

Un espacio romero en el que se cuida que haya diversión para todos los públicos como lo atestigua la decena de juegos tradicionales de madera de los que pudieron disfrutar los más pequeños a lo largo de todo el día. Carreras de camellos, boleras, tres en raya, circuito ciclista o el siempre atrayente gargantúa, ávido de comer bolas, entretuvieron a la numerosa chavalería que se acercó a las campas mientras los mayores preparaban los manjares que degustarían en la comida popular. 

Una cita en la que también tuvo cabida nuevamente un guiño a la solidaridad de la mano de la asociación Beti Abanto Sahararekin Elkartea que extendió una carpa en la que daba cuenta de sus proyectos para ayudar a los refugiados saharauis en el desierto de Argelia y ponía a la venta diversos artículos para colaborar con la causa saharaui. “Todo el mundo parece que se ha olvidado de este conflicto, pero los saharauis son los refugiados más viejos del mundo, porque supera al tiempo que lo lleva padeciendo el pueblo palestino”, recordó Isabel Pinós, presidenta de la asociación abantoarra que este año tan solo podrá a acoger a un niño refugiado en la campaña de verano. “Ahora mismo estamos volcados con el patrocinio del Ittihad Sport Club, un equipo de fútbol en la daira de Chederia con la que está hermanado el municipio de Abanto-Zierbena”, señaló Pinós.