Fue una proeza de la ingeniería, tanto en su diseño, al tener que sobrevolar una zona de alto valor ecológico y muy estrecha sin apoyos, como en su construcción, ya que tuvo que ser tendido en una innovadora maniobra de abatimiento para minimizar las afecciones al entorno. El viaducto de Bolintxu, que forma parte de la segunda fase de la Supersur, ha marcado un hito en la ingeniería de este tipo de infraestructuras y así lo va a reconocer la prestigiosa medalla Gustav Lindenthal que otorga el Congreso Internacional de Puente de Estados Unidos.

La Supersur culmina el abatimiento de su primer puente sobre el Bolintxu

La Supersur culmina el abatimiento de su primer puente sobre el Bolintxu BFA

La segunda fase de la Supersur, de 4,2 kilómetros, discurre casi en su totalidad por dos túneles -uno en cada sentido con dos carriles cada uno- excepto el paso por encima del pequeño valle del Bolintxu que salva con un viaducto gemelo. El cauce del arroyo que fluye por debajo, a 42 metros de profundidad, y el bosque con gran riqueza vegetal y de fauna que lo rodea salieron prácticamente indemnes de una obra de infraestructura cuestionada por los ecologistas desde que se proyectó.

La Diputación fue exquisita medioambientalmente hablando en el diseño del puente, planteando un paso compuesto por dos grandes vigas paralelas apoyadas sobre arcos metálicos que carece de pilares en el valle y se asienta en las inmediaciones de las bocas de los túneles que conecta, los de Arnotegi y Seberetxe. El tendido se efectuó, además, con una fórmula muy poco usada y de gran espectacularidad: el abatimiento sobre el valle de las piezas metálicas previamente construidas y su posterior conexión literalmente en el aire.

4 de junio en Texas

Esta maravilla de la ingeniería recibirá el próximo 4 de junio en la ciudad tejana de San Antonio la Medalla Gustav Lindenthal que otorga el Congreso Internacional de Puentes y que antes recibieron obras emblemáticas como el Viaducto de Millau, en Francia, o el Puente Oresund que une Suecia y Dinamarca. "El diseño y la construcción de estos viaductos han supuesto un reto de ingeniería excepcional que ahora se ve reconocida por este galardón que valora tanto la innovación técnica y material, como la armonía con el medio ambiente de la obra", ha destacado la portavoz de la Diputación Foral de Bizkaia, Leixuri Arrizabalaga, en el anuncio del premio.

Para levantar los viaductos se contó con los mejores especialistas en ingeniería, diseño de estructuras, instrumentación, trabajos en altura, topografía, vuelo de drones y sistemas hidráulicos de retenida. Las obras, promovidas por el departamento foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, fueron diseñadas por la ingeniería Arenas y Asociados, y la construcción fue ejecutada por la UTE formada por Excavaciones Cantábricas, Gaimaz, Campezo y Geotúnel.

El Congreso Internacional de Puentes que otorga este reconocimiento es uno de los acontecimientos más relevantes en el mundo de los viaductos a nivel mundial. Reúne anualmente a más de 1.000 profesionales de la industria de puentes, representantes del mundo de la ingeniería, de las administraciones públicas, contratistas y proveedores.