La Agencia Vasca del Agua, URA, trabaja en un plan para minimizar la actual presencia del lindano en las aguas del estuario del Nervión y de los cuatro ríos que desembocan en el mismo. Una iniciativa que se centrará en eliminar los restos de este compuesto químico, hexaclorociclohexano (HCH), que antaño se utilizó como pesticida agrícola y sanitario, y cuya fabricación generaba unos restos que todavía están presentes en los suelos cercanos a las riberas. Con su retirada se evitará que cuando llueve y se empapan estos solares sucios, el lindano acabe presente en las aguas de los ríos Galindo, Ballonti, Asua y Gobela y, después, en la última parte de la ría de Bilbao.

Un compuesto químico que deja patente su presencia cada año en los análisis del agua que realiza la agencia dependiente del departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco. Un dato. De las 35 estaciones de toma de muestras repartidas en el estuario y sus cauces tributarios, veinte detectan niveles de HCH que superan la normativa europea, "la cual es extremadamente exigente desde hace diez años", especificó el responsable de Planificación Hidrológica de URA, Iñaki Arrate.

Los trabajos de muestreo efectuados desde 2014 desvelan los focos que aún existen y cuáles son sus características contaminantes. También determinan cómo funciona la contaminación de lindano en el agua, cuándo es más probable encontrarla -ocurre en verano- y cómo influyen las mareas diarias.

Ahora llega el momento de actuar en varios frentes, tras alguna intervención puntual reciente, como la descontaminación del vertedero de Tellaetxe ubicado en Barakaldo. "Conseguimos eliminarlo en 2014 y la situación en esa parte alta del río Galindo ha mejorado mucho", indicó el responsable de URA.

La agencia actuará en paralelo en las cuatro zonas que más contaminación generan en las aguas. Son el antiguo vertedero de Artxanda, en Bilbao, y el solar de la antigua fabrica de lindano de Nexana, en Erandio, cuya suciedad llega al río Asua. Otro área a limpiar es la vieja escombrera de Etxe-Uli, en Santurtzi, para que deje de contaminar el Ballonti, y, finalmente, una zona, aún por acotar con concreción, en la parte más baja del río Galindo, cerca de su desembocadura en aguas de la ría.

Intervenciones difíciles

Según detalló Arrate, serán actuaciones complicadas "porque la contaminación por HCH es de carácter complejo y revertirla también lo va a ser, además de no ser baratas".

Una limpieza cuya financiación se enmarca en la regulación relativa a la contaminación del suelo que estipula que "el que contamina, paga" y la responsabilidad recae en el propietario de los solares.

De momento, la Agencia Vasca del Agua se ha puesto en contacto con todos ellos para recabar la información histórica necesaria. "La mayoría son conscientes de esta problemática", indicó el responsable, y han mostrado su colaboración "planteando diferentes soluciones".

Unos remedios que serán distintos en cada caso en función del emplazamiento, la hidrología y otras características técnicas "tomando la solución más razonable desde todos los puntos de vista, prevaleciendo siempre el ambiental", apostilló Arrate.

Entre las opciones a barajar se encuentran la excavación íntegra de la zona contaminada sin más, para su tratamiento posterior, o si el HCH se encuentra a gran profundidad, optar por un tratamiento de los lixiviados que genera y evitar que los líquidos contaminados a los cauces.

En esta prolongada tarea URA no caminará sola como gestor hidráulico. En la tarea se tendrán que implicar otras direcciones medioambientales del Gobierno vasco, instituciones locales y las asociaciones en defensa de la naturaleza a las que Arrate puso en valor "porque a veces llegan donde nosotros no podemos y todos remamos en la misma dirección".

La agencia ha presupuestado cuatro millones de euros en el plan de acción contra el lindano que se ha incluido en el Plan Hidrológico 2022-27 que será aprobado el año próximo. Durante este lustro comenzará la limpieza en los cuatro puntos referidos en un proceso que proseguirá en años posteriores con otras parcelas contaminadas con HCH, pero que no generan tanta afección en los ríos.

"Los límites que nos marca la directiva europea son de un nivel muy ambicioso", considera el responsable de Planificación Hidrológica, por lo que augura que "teniendo en cuenta el carácter complejo de la descontaminación, la resolución última de todos los problemas va a tardar en el tiempo".

Repercusiones

Sin afección a la ciudadanía

HCH. "La presencia de lindano en el agua no tiene trascendencia para la población", aseguró Iñaki Arrate. Las masas afectadas en los tramos más bajos de los ríos Asua y Ballonti y del entorno del estuario del Nervión carecen de aprovechamiento que pueda afectar a la ciudadanía y "tampoco hay zonas naturales protegidas relevantes", concretó el responsables de URA. Incide en que "aunque las concentraciones superan la exigente norma de calidad de la Unión Europea, realmente no son altas".

Disolución en El Abra. La presencia del lindano en los ríos implica que llega al tramo final de la ría, pero el efecto de las mareas, que entran también en los cauces fluviales, y la disolución del HCH en el agua de El Abra implica que no haya riesgo para el ser humano. Por ejemplo, "no llega a las playas, en concentraciones significativas y eso se vigila constantemente", aclara Arrate.