Después de tres derrotas seguidas contra Lenovo Tenerife, Monbus Obradoiro y Bàsquet Girona y antes de una exigente semana final de competición en la que deberá visitar al Baxi Manresa, en plena lucha por entrar en las eliminatorias por el título, y recibir al Barça, el Surne Bilbao Basket tratará este sábado de aprovechar la llegada a Miribilla de un equipo hundido en la tabla clasificatoria para regresar a la senda de la victoria y evitar que una temporada intachable en lo que al objetivo principal se refiere, que no es otro que la permanencia, pueda tener un epílogo poco agradable. Los de Jaume Ponsarnau, que se ven muy debilitados sin la presencia de Adam Smith y Keith Hornsby, recibirán en el Bilbao Arena a un Zunder Palencia que desde el pasado fin de semana cuenta con la confirmación matemática de que el próximo ejercicio será equipo de LEB Oro tras solo una campaña en la Liga Endesa, lastrada por un muy flojo arranque y para la que no hubo solución pese a las variadas incorporaciones realizadas sobre la marcha tanto en la plantilla como en el banquillo.

Tras su histórico ascenso del pasado verano procedente de una potentísima LEB Oro en la que Burgos o Estudiantes se quedaron con la miel en los labios y con el respaldo de una afición entregada que llenó de ambiente y colorido el Pabellón Municipal de Deportes, el conjunto palentino apostó por Marco Justo, ayudante de Txus Vidorreta en el banquillo del Lenovo Tenerife los últimos ejercicios, como entrenador y compuso una plantilla con las típicas limitaciones, carencias y apuestas de los conjuntos modestos, pero su trayectoria se torció desde el principio. Pese a rozar éxitos que habrían sido de gran mérito ante el Barça en casa o en la cancha del Baxi Manresa, una sola victoria en las primeras quince jornadas no solo le obligó de buenas a primeras a verse ocupando constantemente el sótano de la clasificación, sino que le costó también el puesto a Justo, sustituido por Luis Guil. Rompió su racha negativa ganando precisamente al Bilbao Basket en el último partido de 2023 y sacando adelante cuatro partidos de los siguientes nueve, con importantes cambios en su nómina de jugadores, llegó a soñar con reengancharse a la lucha por la permanencia, pero fue un mero espejismo. Con los últimos siete encuentros saldados con derrota, el pasado fin de semana tuvo que rendirse a la evidencia de manera matemática.

El pívot letón Anzejs Pasecniks, el joven base holandés Keye Van der Vuurst y el alero canadiense Mathieu Kamba han ofrecido un rendimiento notable y el veterano tirador Vitor Benite no lo ha hecho mal desde el punto de vista numérico, pero su aportación ha sido insuficiente para mantener a flote al colectivo por la acumulación de apuestas fallidas. Tanner Leisner y Greg Whittington apenas aportaron nada en la posición de cuatro, Brandon Brown decepcionó en el perímetro y Yannick Franke aportó más problemas por su carácter que soluciones con su juego. El Palencia se exprimió los bolsillos en su intento de salvar la temporada, pero Conner Frankamp no ha rendido a la altura de su pretérita fama, Isaiah Piñeiro ha mezclado partidos sobresalientes con otros en los que desapareció y Jaylen Hands, por el que también pujó el Coviran Granada para salir del pozo, no ha sido el gran revulsivo que se esperaba. Al sueño palentino en Liga Endesa le quedan únicamente tres encuentros.

El apunte

Adam Smith, operado con éxito

Proceso de recuperación. El Surne Bilbao Basket dio a conocer ayer que Adam Smith ha pasado por el quirófano en el hospital IMQ Zorrotzaurre para ser intervenido de la rotura en el tendón de Aquiles de su pierna derecha, sufrida hace dos jornadas en el encuentro disputado en Miribilla frente al Monbus Obradoiro y por el que ya no podrá volver a jugar en este tramo final de la temporada. El escolta estadounidense era, en su segunda campaña como ‘hombre de negro’ el segundo máximo anotador de los de Jaume Ponsarnau, con 10,7 puntos de media y ahora deberá arrancar un largo proceso de recuperación para volver a las canchas la próxima temporada.