Las elecciones del pasado viernes meten al Athletic en una nueva era bajo la presidencia de Jon Uriarte, que superó en las urnas a Iñaki Arechabaleta y Ricardo Barkala. Como se conoce, Ernesto Valverde, que también era el elegido por Barkala, será el entrenador del conjunto rojiblanco con el triunfo de Uriarte, por lo que el de Viandar de la Vera afrontará su tercera etapa en el banquillo tras las dos anteriores (2003-05 y 2013-17). Solo Iñaki Sáez (1980-81, 1985-96 y 1990-92) y Javier Clemente (1981-86, 1990-91 y 2005-06) habían triplicado como técnicos del primer equipo hasta la fecha.
Valverde se pondrá el chándal la próxima semana, cuando los leones están citados para iniciar la pretemporada, y el nuevo técnico se reencontrará con viejos amigos en la primera plantilla. Son nueve los futbolistas que continúan en el Athletic desde 2017, cuando Valverde cerró su segundo ciclo en Bilbao. Por entonces, Mikel Balenziaga, Óscar de Marcos, Iker Muniain, Raúl García, Iñigo Lekue, Iñaki Williams, Yeray Álvarez, Mikel Vesga y Asier Villalibre ejercían a las órdenes de Valverde, con la particularidad de que los cincos últimos mencionados debutaron como leones de la mano del gasteiztarra de origen extremeño, que vivirá una especie de remake.
Valverde no solo hizo debutar a este quinteto sino que lo hizo también con otros nueve canteranos más, hoy en día todos ellos lejos de Lezama y que han pasado por el Athletic con distinta fortuna. Iago Herrerín, Unai López y Kepa Arrizabalaga pueden presumir de haber tenido un protagonismo interesante, y que se iba reduciendo en los caos de Javi Eraso, Guillermo Fernández, Sabin Merino o Ager Aketxe, en tanto que Enric Saborit, Unai Bustinza y Unai Albizua se resignaron a tener un rol muy escaso, por lo que se entienden como apuestas fallidas de Valverde, consciente de que le tocará gestionar un grupo del que dice conocer bien, sobre todo por parte de los que son sus expupilos, y que quizá vuelva a confiar en algunos de los cachorros que podrían dar el salto o de los futbolistas que han ejercido como cedidos este último curso en referencia a Jon Morcillo, Imanol García de Albeniz, Iñigo Vicente, Iñigo Córdoba o Peru Nolaskoain, con el añadido de que a estos tres últimos ya les seguía la pista en el Bilbao Athletic.
Lekue, Yeray, Williams, Vesga y Villalibre asumieron una relevancia dispar en función de cada caso. Lekue puede decir que le fueron las cosas casi perfectas con el Txingurri, que le hizo debutar en el histórico partido de la ida de la final de la Supercopa de 2015, título que conquistó el Athletic. En esas dos temporadas jugó, en alternancia especialmente con Eneko Bóveda, 64 encuentros, un tercio del total de los completados en sus siete cursos como león, y en los que anotó los que son sus únicos cuatro goles como rojiblanco, por lo que tiene ganado ese recorrido. Iñaki Williams, por su parte, es un hijo futbolístico de Valverde, que intuyó el gen diferente del mayor de la saga, que precisamente empezó a escribir su espectacular récord de continuidad en liga bajo la tutela del Txingurri, que le hizo rendir como extremo derecho, por lo que habrá que ver si le sigue manteniendo de delantero como ha ocurrido en las últimas campañas.
Yeray tampoco se puede quejar del año que pasó con Valverde, con el que debutó como león en la visita al Sassuolo dentro de la Europa League. Fue un debut agridulce para el central, ya que el Athletic cayó con estrépito (3-0), aunque el de Barakaldo se rehizo y llegó a completar esa campaña, la última de Valverde, 35 partidos entre las tres competiciones, una cifra meritoria para un recién llegado al primer equipo.
Vesga también debutó por aquellos tiempos. Lo hizo pocos días después que Yeray, ya que el gasteiztarra se estrenó en el partido inaugural de esa liga en El Molinón, donde el equipo rojiblanco sufrió su primera derrota. Vesga se encontró con una dura competencia en la medular con los Beñat, Iturraspe o Mikel Rico, por lo que Valverde le abrió las puertas para que en el mercado de invierno recalara en el Sporting, paradójicamente el equipo ante el que debutó, en calidad de cedido.
Villalibre, el último canterano al que le dio la alternativa Valverde, jugó su primer partido como león a los 19 años de edad, cuando compareció en San Mamés en el derbi ante el Eibar (3-1) en sustitución de Williams a falta de seis minutos para la conclusión. Gozó después de pocas oportunidades y, fruto de su juventud, decidió jugar con el Numancia los seis últimos partidos del equipo soriano en Segunda División.