Como suele ocurrir con los plenos de puro trámite como el celebrado ayer jueves, la sesión del Parlamento Vasco para formar la comisión de incompatibilidades no será recordada por excitante, sino simplemente por haber cumplido un hito más hacia la sesión de investidura del próximo lehendakari, el jeltzale Imanol Pradales si nada se tuerce. En cuestión de segundos, el Parlamento designó a los miembros de esta comisión que se encargará de estudiar si algún representante ocupa algún cargo o incurre en alguna condición incompatible con su labor parlamentaria. Se encargarán de elaborar el dictamen los jeltzales Jon Aiartza y Josune Escota; Oihana Etxebarrieta y Nerea Kortajarena por parte de EH Bildu, los socialistas Alberto Alonso y Miren Gallástegui, los populares Ainhoa Domaica y Muriel Larrea; y Jon Hernández y Amaia Martínez del Grupo Mixto, representantes de Sumar y Vox, respectivamente. A continuación, en otra sala, se produjo la sesión constitutiva de la comisión.

El jueves de la semana que viene dará a conocer su dictamen y, al terminar ese pleno, la presidenta del Parlamento, la jeltzale Bakartxo Tejeria, anunciará la fecha de la sesión de investidura. En un primer momento, el PNV trabajaba con el escenario de que la investidura tuviera lugar la tercera semana de junio, después de las elecciones europeas del día 9 y dejando pasar una semana de colchón desde los comicios. En las últimas horas, cada vez que algún medio de comunicación ha preguntado al respecto a jeltzales y socialistas, lo han dejado abierto con el argumento de que también será objeto de negociación. El PNV, incluso, ha añadido que también se está hablando con otros partidos, no solo el PSE, sobre el calendario de sesiones plenarias.

En cualquier caso, nadie ha llegado a descartar o corregir esta primera hipótesis de la tercera semana de junio, que daría margen a los partidos para digerir los resultados de las europeas y realizar sus análisis postelectorales. En otros ámbitos se ha lanzado como hipótesis una fecha más precipitada, a mediados de junio, justo después de las europeas, hipótesis que no se ha confirmado en público.

Aunque EH Bildu les cuestiona ahora esta actitud que no es nueva en Euskadi ni en otras latitudes, PNV y PSE se mantienen firmes en su criterio de que las conversaciones sean discretas. Tanto el candidato a lehendakari, Imanol Pradales, como el líder de los socialistas, Eneko Andueza, dieron ayer jueves poco alimento informativo a los medios de comunicación que los esperaban en las puertas del Parlamento Vasco. Pradales no realizó declaraciones, y Andueza se limitó a constatar que las conversaciones avanzan. Jeltzales y socialistas podrían aplicar en este caso el anglicismo no news, good news.

“Estas cosas hay que realizarlas bien; no es una cuestión de correr, sino de hacer las cosas bien”, insistió Andueza. Ambos partidos están inmersos en una negociación que ya prometía ser más prolija que las anteriores y con un mayor nivel de detalle en lo referido a las políticas sectoriales, que han acaparado buena parte del protagonismo durante la campaña electoral. Ese nivel de detalle exige dedicarle más tiempo y energías.

COMISIÓN

Un pleno de trámite. El Parlamento designó ayer a los miembros de la comisión de incompatibilidades que van a dilucidar si algún representante tiene un cargo o incurre en una circunstancia incompatible con su labor parlamentaria. El dictamen se aprueba el jueves y es el último trámite antes de la investidura.