Cierto es que un día soleado todo lo mejora. Pero, a pesar de la lluvia, lo cierto es que el Día del Libro nos dejó ayer de nuevo sabor dulce, con publicaciones y autores más cerca. El paso de las páginas es un verdadero placer para quien tiene en la lectura una de sus pasiones. Y es esta entrega a los secretos de las historias que se esconden entre las tapas la que debe comenzar desde la infancia. Mejor si se predica con el ejemplo, como en casi todo. La lectura estimula el aprendizaje y la imaginación, uno de los factores más importantes en el desarrollo de los niños y las niñas. Merece la pena invertir tiempo. Aunque sea con lluvia.