Tras la pandemia surgió un problema de suministros que arrastró al mercado de la automoción. “El año pasado terminamos bien el año porque en el segundo semestre hubo más disponibilidad de vehículos. Al final fue mejor de lo esperado, hubo 950.000 matriculaciones”, explica Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto.

“Y el arranque de este año está siendo un poco preocupante, porque estamos en un crecimiento del 7% pero prácticamente se puede hablar de estancamiento de mercado”, añade. La previsión es que este año se supere el millón de unidades vendidas, pero todavía están lejos los casi 1,3 millones del año 2019, el año previo a la pandemia. “Esto quiere decir que estamos perdiendo matriculaciones año tras año desde 2019 y esto es preocupante. Tenemos un mercado flojo y esto redunda de nuevo en el envejecimiento del parque automovilístico”, explica Morales.

Y entre las causas está la incertidumbre de los últimos años: primero fueron los problemas de suministro, luego llegó la crisis de confianza del consumidor, la subida de tipos de interés, de un menor acceso a los créditos... todo esto hace las que familias no se hayan planteado un cambio de vehículo. Y en los últimos tiempos se ha sumado la incertidumbre en torno al cambio tecnológico.

Los expertos señalan que si se quiere rejuvenecer el parque automovilístico es necesario superar la barrera del 1,2 millones de coches vendidos. Asimismo, desde Faconauto aseguran también que, para alcanzar el objetivo europeo de cero emisiones netas de CO2, hay que acelerar en la implantación del vehículo electrificado, que hoy en día apenas supone el 0,5% del peso en el parque automovilístico, pero también de otras tecnologías.

De momento, el coche electrificado se vende más en zonas con una mayor renta per cápita. “Hay una doble velocidad en la electrificación. Las zonas con una menor renta per cápita son las que menos electrificadas están; también las más despobladas. Y si lo llevamos al ámbito europeo pasa lo mismo”, subraya Morales.