Tras doce meses en caída, la firma de hipotecas vuelve a tasas positivas en Euskadi. En febrero se firmaron un total de 1.814 préstamos sobre viviendas, un 1,45% más que en el mismo mes de 2023. Respecto a enero fueron un 16,6% más, ya que entonces se firmaron 1.555 operaciones. Este repunte se produce después de que el año pasado cerrase con una bajada del 16,9% en la formalización de nuevas hipotecas en comparación con 2022, con un total de 19.181 préstamos firmados para adquirir viviendas.

En el segundo mes del año se formalizaron en Euskadi un total de 2.412 hipotecas sobre todo tipo de fincas. De ellas, la mayoría fueron sobre fincas urbanas (2.362) y el resto rústicas (50). De las urbanas, 1.814 fueron sobre viviendas, 18 sobre solares, y 530 sobre otro tipo de fincas urbanas como oficinas, garajes y trasteros. Asimismo, el importe medio de la hipoteca contratada para adquirir una vivienda fue de 155.00 euros. Los datos de Euskadi van en consonancia a los del Estado, donde también se registró una subida, aquí del 3,8%, del número de hipotecas constituidas sobre viviendas, que en total fueron 37.232.

“Este incremento rompe con 12 meses de descensos encadenados y muestra un pequeño cambio de tendencia en las hipotecas debido a la estabilidad que está mostrando el euríbor en los últimos meses, después de que el BCE no haya realizado más subidas de tipos recientemente”, explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa.

La caída de la firma de este tipo de préstamos a lo largo del año pasado confirmó el fin del boom de las hipotecas que se vivió en los años posteriores a la crisis sanitaria del covid-19. Desde principios de 2023, el mercado hipotecario empezó a dar señales de moderación como consecuencia de la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y el incremento del euríbor, que ha llegado a superar el 4%.

Cambio de tendencia

En febrero ha cambiado la tendencia. Y, según Martos, si el euríbor sigue estable –en marzo fue del 3,718%– o incluso si empieza a bajar en los próximos meses, las hipotecas marcarán “un buen año”, ya que existe un número muy importante de ciudadanos que están esperando que baje el indicador para lanzarse a la compra de una vivienda. En la misma línea, el director de Pisos.com, Ferran Font, apunta que en próximos meses vendrán marcados por las caídas de tipos que se prevé que empiecen en junio. Ahí, en cambio, los portales inmobiliarios detectan otro problema: la escasez de la oferta, que podría ralentizar la recuperación en la firma de hipotecas.

“Probablemente el año se diferenciará entre dos etapas marcadas, la de antes de que los tipos de interés bajen y la de después. Si las previsiones de desescalada en los tipos por parte del BCE se confirman y comienzan en junio, volveremos a ver cómo el acceso a la vivienda mejora al rebajarse las condiciones de acceso al crédito hipotecario y cómo la demanda que se mantenía a la espera volverá al mercado con fuerza”, señala Martos. “2024 será un año que prevemos que irá de menos a más y en el que volveremos a ver cómo el mercado estará muy estimulado por la lucha hipotecaria que librarán los bancos”, concluye.

El alquiler, muy presionado

La presión media ponderada del alquiler en el Estado –relación entre quienes buscan vivienda sobre la oferta de inmuebles disponibles– se situó en el primer trimestre en 50, lo que indica que cada oferta de vivienda en alquiler recibió en un plazo de diez días una media de 50 contactos para ocuparla. Según recoge el primer ‘Barómetro del Alquiler’ elaborado por Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, Islas Baleares (142), Santa Cruz de Tenerife (104) o Barcelona (101) presentan una situación “muy preocupante”, mientras que Bizkaia (61), Madrid (63) o Valencia (63) tienen una presión “muy alta”. En Araba (35) y Gipuzkoa (50), la presión es “alta”.