“No es la Capilla Sixtina, pero sí más antigua”. Patxi García de la Torre explicó así a alumnado de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) la relevancia de la ermita de San Pedro Zarikete de Zalla, donde “posiblemente se establecería el núcleo fundacional del municipio”. Los cimientos hallados en la excavación del templo primitivo pertenecen al siglo XI y “nos comentaron que las pruebas de carbono 14 practicadas a objetos recogidos aquí los datan en el siglo IX”.

Los universitarios observaron con detalle los retablos barrocos elaborados en Liendo, Cantabria. E. Castresana

Una veintena de estudiantes escucharon atentamente las palabras de Patxi García de la Torre, arquitecto y vecino del barrio que fue parte activa de una restauración acometida a lo largo de tres décadas “con sensibilidad”, ensalzó el doctor en Bellas Artes Carlos Venegas, quien también trabajó en Zarikete. “Hace treinta años me sedujo el entusiasmo” en el trabajo que ha permitido “mantener el conjunto resaltado por el valor de los pequeños elementos que le dan personalidad”, como las pinturas murales. Además, preparando el terreno a otras posibles intervenciones en el futuro, “las baldosas descansan sobre una capa de arena caliza para que se puedan levantar fácilmente”.

El grupo, antes de entrar en la ermita. E. Castresana

La ermita amenazaba “ruina” a principios de los años noventa, rememoró Patxi García de la Torre: “La pared trasera se cayó parcialmente y por el tejado se filtraban goteras”. En 1991 se pusieron manos a la obra en colaboración con el Ayuntamiento para reparar esos problemas más acuciantes. La escuela taller de la localidad, la UPV/EHU, La Fundación Peñascal y la Fundación Gondra Barandiaran se han involucrado en todo el proceso que incluyó, asimismo, la recuperación de las pinturas murales, el coro y los retablos. “Se descubrió una piedra con una estela solar tallada”, trasladó a los universitarios.

Colaboración con Liendo

Gracias a la investigación de la doctora en Bellas Artes Patricia Morenés “sabemos que los dos retablos barrocos fueron creados por Francisco Martínez de Arce”, oriundo de Liendo, y que dirigía uno de los talleres más prominentes de la época. Una asociación cultural del municipio cántabro ha contactado con Zalla para saber más sobre su figura, una colaboración que fructificará en “rutas por lugares de Enkarterri donde se pueden encontrar obras suyas”.

Pero San Pedro Zarikete trasciende lo artístico. A día de hoy mantiene su fama entre quienes buscan liberarse de los malos espíritus o sanar cuerpo y alma durante la fiesta que se celebra el 1 de agosto. “Hasta el Concilio Vaticano II llegaban aquí trenes llenos de personas enfermas”, contó el antropólogo de Zalla Iosu Gallarreta. Expuso que quizás la toponimia clarifique los orígenes de la tradición. Zarikete, posiblemente “de los primeros enclaves cristianizados en Bizkaia”, significaría “abundancia de sauces”, enlazado con el nombre de “valle de Salcedo que recibía el área de Balmaseda, Zalla y Güeñes” y el ácido salicílico que se extraía de estos árboles.

Recuperación

Tres décadas. En 1991 la ermita amenazaba “ruina”: las goteras se filtraban por el tejado y la pared trasera se derrumbó parcialmente. La recuperación se ha prolongado a lo largo de tres décadas.

“Sensibilidad”. La escuela taller de Zalla, la Universidad del País Vasco, la Fundación Peñascal y la Fundación Gondra Barandiaran han acometido los trabajos con “sensibilidad”, destacó el doctor en Bellas Artes Carlos Venegas, que ayudó a recuperar las pinturas murales.